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  • Foto del escritorMishi

Hágase tu voluntad

Actualizado: 28 sept 2020

"El Reino de Dios se puede ver cuando el impacto del señorío de Jesús es demostrado sobre los problemas de nuestra vida quebrantada."*

¿Alguna vez te has preguntado cómo llevar a la práctica en tu vida "venga tú reino, y cúmplase en la tierra tu voluntad como se cumple en el cielo"? Algunas veces me he hecho la pregunta y quiero compartir contigo lo que he estado aprendiendo al respecto con la esperanza que te pueda ayudar en la temporada en la que te encuentras. El punto de partida es el inicio de la oración que Jesús les enseñó a los discípulos en Mateo 6:9-10: "Ustedes oren así: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino y cúmplase tu voluntad en la tierra como se cumple en el cielo.


Lo primero que me llamó la atención es que Jesús nos dio a conocer nuestra asignación y propósito como hijos de Dios y como sus discípulos a través de una oración: Ustedes oren así "Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino y cúmplase en la tierra tu voluntad en la tierra como se cumple en el cielo (...)". Nuestra oración y el cumplimiento de la voluntad de Dios en la tierra van de la mano. Cuando Jesús estuvo en el mundo, él oró como si hiciera una diferencia, como si el tiempo que dedicaba a la oración importara tanto como el tiempo que dedicaba cuidando a las personas.


La oración crea el espacio para que Dios se manifieste en nuestra vida.

"La oración es una invitación a venir a la presencia de Dios con confianza

y colaborar con Él para ver sus propósitos realizados y establecidos en la tierra."*

Lo segundo que me llamó la atención es el modelo de la oración. Jesús nos enseña a cómo dirigirnos a Dios como padre: "Padre nuestro que estás en los cielos". El cumplimiento de la voluntad de Dios en la tierra requiere que creamos y vivamos conforme a quien Dios dice que es y a nuestra identidad como Sus hijos –ambas verdades deben moldear nuestro sistema de valores–. ¿Por qué? Porque lo que creemos, valoramos y las actitudes que tenemos al respecto influenciarán la manera en que vivimos y en última instancia, definirán nuestra cultura; y podemos establecer una cultura que atraiga el cielo o una que lo estorbe.


Cuando los valores de Su mundo impactan nuestra vida diaria,

la cultura del cielo se vuelve nuestra cultura.


Lo tercero que me llamó la atención es que Jesús nos enseñó a priorizar los intereses del Padre sobre los nuestros: "venga tu reino y hágase tu voluntad". El cumplimiento de la voluntad de Dios en la tierra requiere obediencia de nuestra parte, y muchas veces eso implica rendir nuestra voluntad a Él. En otras palabras, el "hágase tu voluntad" empieza en mi propia vida, y la evidencia de que Su mundo se está manifestando en mi vida es que me parezco más a Jesús. Sin embargo, el "hágase tu voluntad" no solo se queda a nivel personal, sino que también debe producir un impacto en las realidades que enfrentamos y en las personas con las que convivimos diariamente.


"Jesús enfrentó cada situación oscura de escasez, pecado, tormento y enfermedad con una solución redentora. Nunca puso una excusa para el problema ni tampoco permitió que el problema permaneciera*."


Por último, Jesús nos recuerda que el Reino de los Cielos se centra en la presencia de Dios. Todo en el cielo está conectado y prospera por la presencia de Dios, por lo tanto, el cumplimiento de Su voluntad en la tierra depende de Su presencia. Parecernos más a Jesús, hacer milagros, deshacer las obras del diablo y colaborar con Dios para traer Su reino a la tierra solo es el resultado de Su presencia en nuestra vida; y en la práctica eso significa que permanecemos en comunión con Él, porque "la mejor manera de cambiar nuestro mundo es dejando que el Espíritu Santo cambie nuestro corazón".*


Es por eso que las decisiones que tomamos diariamente en relación a nuestra intimidad con Dios, a la oración y a la obediencia a Él son importantes, y trascienden, porque es a través de ellas que inicia nuestra colaboración con Dios para que Su reino venga y se haga Su voluntad en la tierra como se cumple en el cielo. Así que, indistintamente de la etapa en la que estés, "venga tu reino y hágase tu voluntad en la tierra como se cumple en el cielo" empieza contigo, continúa con tu familia, luego con tu comunidad y después se extiende al mundo.

 

*Bill Johnson - They way of life

*Jorge Grotewold

- Philip Yancey -Prayer

-Foto: .LTKC (Mané Fuhrer)

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